escribiendo deseos

Por el día siempre hacía sol nadie sabía como sería el cielo mojado, como sería que la lluvia diera vida a la tierra. Subían y bajaban a la montaña en peregrinación, querían que lloviera agua cristalina de color de plastilina. Hasta que un día decidieron dejar al hombre mas triste de la tierra allí permanentemente haciendo una rutina, "debes levantarte y llorar y llorar..." y el hombre empezó  a realizar continuamente a realizar las acciones. Ahora llueve y el hombre llora y no se cansa. Y así es como empezó la fortuna de la lluvia.                                                  

 En la oscura estantería hay un viejo libro que tiene hojas escritas por la librera. El libro no puede salir de la librería, siempre tiene que estar en la estantería, porque tiene viejas sabidurías de brujitas hasta que llega un día que arranca sus propias palabras para que no le hagan cosas macabras.